Rayar la cancha

En esta serie de grabados realizados en Xilografía impresos sobre tela, en blanco y negro y colores de baja saturación, las reflexiones surgen, de manera evidente, desde el contexto del fútbol. Sin embargo no pretende hablar del fútbol. La cancha en tanto dispositivo artístico, opera a través de la metáfora estableciendo una nueva definición del campo de juego como: la delimitación de un territorio para ejercer formas de control y dominación de un adversario.

A partir de esta nueva concepción de la cancha se busca hablar de nuestro país como; un territorio en disputa, un país binario que se debate entre el si y el no, el apruebo y el rechazo, izquierdas y derechas, un país con desigualdades, con brechas sociales, culturales, prisionero entre la cordillera y el mar, negro, mestizo, criollo.

Observar esta relaciones, ponerlas en crisis y asimilarlas desde lo propio, en los términos de Giorgio Agamben profanar el dispositivo utilizando la metáfora como herramienta para llevar a otros territorios los elementos que construyen el universo de la cancha de fútbol.

De esta manera comenzamos a ver como las prácticas sociales asociadas a la política en tanto ciudadanos no son muy diferentes a las dinámicas dentro de una cancha. Es una suerte de Ready made de metáforas que se resignifican al situarlas en otros contextos.

Esta obra se sitúa en Valparaíso por la característica vernacular del habitar que emerge desde el barrio, las pendientes y las escaleras. La dimensión social que se experimenta en las canchas de barrio son siempre un reflejo del momento histórico de cada ciudad. En el caso de Valparaíso, ciudad con el equipo más longevo de nuestro país, las grandes cancha icónicas abrazan a las más pequeñas donde, entre otras cosas, se debate la construcción simbólica de la ciudad.

El uso de la Xilografía como vehículo discursivo tiene relación a mi formación artística en la Escuela de Bellas Artes de Viña del Mar y su taller de grabado fundado en 1938 por Carlos Hermosilla referente indiscutido del grabado nacional.

La simplicidad de esta disciplina me acerca a la noción de pobreza de la que habla Walter Benjamin y que en Valparaíso tiene forma de vanguardia. La novedad que instala Benjamín en el ensayo Experiencia y Pobreza tiene que ver con la puesta en valor del acto creativo desde una posición desprovista del andamiaje del pasado para enfrentar el presente. Por otro lado la imagen Lumpenproletaria de la que habla Hito Steyerl bien podría vincularse a la fragilidad del grabado y a su condición periférica dentro de los circuitos artísticos del Arte Contemporáneo. ¿Será la periferia una forma de Vanguardia?

Así, Xilografía, metáfora, pobreza y Vanguardia se articulan dentro y fuera de la cancha de Fútbol y se constituyen como componentes de este dispositivo artístico.

Consciente de que todo discurso escrito sobrepasa la visualidad es que muchas ideas expresadas en este cuerpo de obra operan desde la noción del fuera de campo. Mucho de lo que se vuelve evidente en un encuadre tiene su origen en lo que no vemos pero intuimos que está ahí.

A partir de esta nueva concepción de la cancha se busca hablar de nuestro país como; un territorio en disputa, un país binario que se debate entre el si y el no, el apruebo y el rechazo, izquierdas y derechas, un país con desigualdades, con brechas sociales, culturales, prisionero entre la cordillera y el mar, negro, mestizo, criollo.


“En el verano de 1916, en plena guerra mundial, un capitán inglés se lanzó al asalto pateando una pelota. El capitán Nevill saltó del parapeto que lo protegía, y corriendo tras la pelota encabezó el asalto contra las trincheras alemanas. Su regimiento, que vacilaba, lo siguió. El capitán murió de un cañonazo, pero Inglaterra conquistó aquella tierra de nadie y pudo celebrar la batalla como la primera victoria del fútbol inglés en el frente de guerra.” Galeano. E. (p.38) Siglo XXI editores. 2010